Gilead va camino de comerse el gasto hospitalario
Venimos denunciando hace meses que pagar a Gilead entre 25.000-60.000 € por un tratamiento de 12 semanas cuya fabricación apenas cuesta 100 € es un atraco en toda regla . Si a esto le unimos que la Oficina de Patentes de India rechazó la inscripción de la patente de Sovaldi (Sofosbuvir) por no suponer innovación alguna, permitiendo por tanto ser fabricado por cualquier laboratorio de India, libre de cargas de propiedad intelectual, a un precio de entre 100 y 200 € por tratamiento, mientras en España y en la UE se obvia esta realidad, estamos hablando de fraude en toda regla.
El negocio puesto en marcha por Gilead, con la colaboración de políticos de todos los colores y sociedades científicas médicas (ninguna sociedad reivindica, a día de hoy, la fabricación del genérico mediante la emisión de una licencia obligatoria, que la ley permite) ha dado lugar a que en solo 9 meses de 2015 se haya incrementado el gasto farmacéutico hospitalario en un 26 %, pasando de 4.178 millones a 5.255 millones €, para tratar a varios miles de pacientes (el Plan nacional hablaba de 52.000 pero no hay datos públicos), muchos menos de los 700.000 calculados. Este hecho va a repercutir negativamente en la asistencia sanitaria, ya que se prevén recortes en tratamientos de otras enfermedades, plantillas y otros gastos, todo para mantener tranquilos a los accionistas de Gilead.
Aunque pueda parecer extraño, es la primera vez que conocemos el gasto farmacéutico por Comunidades Autónomas ya que la reforma de la ley de financiación autonómica y de estabilidad presupuestaria, aprobada en mayo de 2015, incluía una modificación de la Ley General de Sanidad que obligaba a los Gobiernos autonómicos a informar periódicamente de lo que gastan en medicamentos y productos sanitarios, lo que han hecho……con medio año de retraso.
Mientras, diferentes consultoras prevén que el gasto en fármacos hospitalarios ascienda entre el 3% y el 4% anual durante los próximos cuatro años, hasta representar el 45% de la factura pública total en fármacos debido a la entrada en el mercado de fármacos muy caros para oncología (1.500 millones € en 2015) y hepatitis C, entre otros, lo que no cuadra con los planes gubernamentales de recortar en farmacia 1.000 millones € entre 2015 y 2016, para aplicar las recomendaciones de la Comisión Europea y el FMI.